Bioeconomía: El cambio primordial en la economía mexicana

La situación global actual es incompatible con los objetivos que se han propuesto en materia económica, social y ambiental. Es necesario que empecemos a implementar estrategias de desarrollo basadas en un uso intensivo y eficiente de los recursos, las tecnologías y los procesos biológicos.

Se proyecta que para el 2050, una mayor población, más rica, más urbana y más envejecida, necesitará duplicar la producción agropecuaria con menos tierra y uso de agua, menor disponibilidad de recursos hídricos, pérdidas de biodiversidad, recursos naturales e impactos del cambio climático. Se trata de un escenario desafiante, que requiere un modelo agrícola y rural más inclusivo, sostenible y eficiente. De esto trata exactamente la bioeconomía.

¿Qué es la bioeconomía?

Es un modelo económico que busca aprovechar todos los desechos que se generan en la producción y el consumo, minimizando o eliminando las pérdidas de energía. Su objetivo es reformular la economía humana, reduciendo el impacto en el medio ambiente, garantizando modelos sostenibles a largo plazo y un aprovechamiento responsable de los recursos. Algunas ventajas de este modelo son:
  • Recuperación de recursos y especies.
  • Creación de empleos relacionados con la bioeconomía.
  • Frenar el cambio climático.
  • Eliminar la dependencia hacia recursos limitados, como el carbón y petróleo.
  • Reducción de las desigualdades sociales, beneficiando a los productores de materias primas.
  • Sustitución de materiales poco saludables en la elaboración de alimentos, mejorando la salud humana.
  • Disminución del desperdicio de alimentos.

La bioeconomía en México

En nuestro país, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural busca detonar el desarrollo de la bioeconomía en el sector primario, implementando procesos como el manejo de desechos obtenidos en la producción agrícola y la agroindustria, y la generación de nuevos alimentos, materiales y energías renovables. Miguel García Winder, Subsecretario de Agricultura, reconoce en la bioeconomía una alternativa que contribuirá a la especialización inteligente de los territorios y a la innovación que México necesita para hacer frente a los desafíos del incremento de la productividad, el cambio climático, la seguridad alimentaria y la reducción de la pobreza.

Pese a su potencial para Iberoamérica, el concepto de bioeconomía ha recibido poca atención en las políticas públicas de la región. Sin embargo, el tema está empezando a posicionarse en la agenda pública de varias naciones. México tendrá que ver hacia el futuro y el potencial que tiene nuestro territorio para impulsar al país en este nuevo sector.

El territorio mexicano al borde de una completa deforestación

Académicos del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM señalan que entre 90 y 95 por ciento de nuestro territorio ya está deforestado, lo que coloca a México en el tercer lugar mundial en deforestación. La principal causa de esto es el cambio de uso de suelo para la agricultura. Además, el incremento de la población ha aumentado la generación de residuos, la emisión de contaminantes y las descargas de aguas residuales.

El investigador Alonso Aguilar también señala que el sector de manufacturas ha incrementado el uso y contaminación de agua subterránea, mientras que el agropecuario y de hidrocarburos son los que generan más impacto ambiental.